¿Sientes que no tienes tiempo para nada? ¿Que no dispones de suficientes horas al día?
Aún más en la actualidad, el tiempo es un bien escaso, pero déjanos decirte que muchas veces no es la ausencia de horas, sino la manera en la que tienes de organizarlas. Todas las personas disponemos de los mismos plazos, así que planificar bien tus tareas depende únicamente de ti mismo.
Gestionar bien tu tiempo es esencial para gozar de una buena calidad de vida, ya que una distribución ineficiente puede llevarte a desarrollar patologías como el estrés o la ansiedad.
10 consejos para optimizar el tiempo
Así que, sin más rodeos, vamos a darte unas pautas para manejar tu tiempo de manera óptima. ¡Comenzamos!
1. Enumera aquello que tienes que hacer
Lo primero para no ahogarte en un mar de angustias es detallar qué debes llevar a cabo.
Parece muy básico, pero frecuentemente es algo que se nos olvida y, sin esta previsión, es imposible ponerse manos a la obra.
2. Utiliza una agenda o un planificador online
Una vez hayas cumplido con el paso anterior, es importante que des un espacio temporal a dichas obligaciones.
Seas analógico o digital, disponer de un mismo lugar donde anotar todas tus citas y tareas es imprescindible para poder abordarlas.
Además, existen numerosas aplicaciones móviles y herramientas digitales que pueden recordarte todo lo que necesites e, incluso, medir tus tiempos para mejorar tu rendimiento.
3. Organízate a semana vista
Está comprobado que planificarse semanalmente es una de las vías más efectivas para lograr una distribución adecuada.
Así, si dedicas parte del domingo o del mismo lunes a repasar tus compromisos será mucho más sencillo que des a cada uno la duración que merece.
4. Es cuestión de prioridades
Seguro que has escuchado esta frase en numerosas ocasiones. Y así es.
No tener claro qué tareas debes desarrollar de manera inmediata y cuáles de ellas son secundarias puede sumirte en un profundo caos.
En esta era de máxima productividad es habitual tener el deseo de llegar a todo, pero sin ordenar tus prioridades no vas a conseguirlo.
5. Sé optimista, pero también realista
Los optimistas del tiempo, un concepto muy en boga en los últimos años, son aquellas personas que creen que siempre tienen minutos para todo.
Es una actitud tremendamente positiva, pero siempre que la apliques con sentido común ya que, de lo contario, puede llegar a ser contraproducente.
Ser realista implica saber cuánto tiempo ocupa cada tarea para darle la importancia y la cabida que merecen dentro de tu planning.
Guarda siempre un margen para posibles imprevistos, de este modo asegurarás el cumplimiento de todas tus obligaciones.
6. Multitarea: definitivamente, no
Está demostrado que una persona es mucho más productiva cuando se centra en una sola acción que si intenta realizar varias simultáneamente.
Es decir, no por querer abarcar todo en el mismo momento vas a cumplir tus objetivos, más bien al contrario.
Analiza lo que tienes que hacer, agrúpalo por áreas, destínales una duración concreta y tómalas de una a una. ¡Enseguida verás los resultados!
7. Evita la procrastinación
Sabemos que a veces es difícil, sobre todo cuando se trata de cometidos más tediosos, pero es imprescindible que vayan viendo la luz.
Procrastinar es sumamente insano, ya que genera niveles muy altos de estrés y ansiedad y te convierte en un ser incapaz de solucionar problemas y tomar decisiones. Además, puede impactar gravemente sobre tu autoestima y la confianza en ti mismo.
8. Descansa y reserva tiempo para tu ocio
Si bien es importante ser responsable y llevar todas tus labores al día, también lo es disponer de tiempo para ti.
Primeramente, descansar correctamente te permitirá disponer de la suficiente energía para enfrentarte a las obligaciones del día a día.
En segundo lugar, dedicar parte de tu jornada a actividades de ocio es sumamente gratificante. Mantener tu vida social activa o realizar deporte son actividades que no pueden faltar en tu rutina.
9. Huye de…
Tan importante es lo que debes como lo que no debes hacer.
Por eso, tienes que saber que los enemigos más comunes son: el perfeccionismo extremo, decir siempre que sí, querer encargarte de todo y la ausencia de límites.
10. Tus aliados
Los cuatro elementos básicos para lograr cumplir con todos los requisitos anteriores son:
- Compromiso: para responsabilizarte de ti mismo.
- Fuerza de voluntad: para no procrastinar.
- Perseverancia: para seguir intentándolo pese a los contratiempos.
- Confianza: para creer en ti.
Esperamos que, tras esta lectura, hayas extraído algunas ideas útiles. Si, además, quieres saber cómo tener una mayor productividad, no te pierdas el post en el que te desvelamos todas las claves.