Habilidades blandas y habilidades duras: la caja de herramientas de tu futuro

Hace unas semanas te contábamos en nuestro Instagram cuál es la diferencia entre las hard skills y las soft skills y hoy queremos profundizar un poco más en este tema.

Hard skills

Las hard skills, o habilidades duras, son aquellos conocimientos específicos que se necesitan para llevar a cabo una determinada tarea.

Estas competencias se aprenden durante la formación académica e, incluso, pueden llegar a desarrollarse directamente en el ámbito laboral, al mismo tiempo en el que se está trabajando.

Y, para que puedas verlo más claro, vamos a ponerte unos ejemplos: la programación o el dominio de un idioma son hard skills.

Las habilidades duras dependen del sector profesional y del cargo que desempeñes y, normalmente, es más habitual que las veas en la descripción de un puesto de trabajo, ya que suelen ser medibles y tangibles.

No obstante, el objetivo de este artículo es hacerte ver que el paradigma está cambiando y que, por ello, cada vez son más las posiciones que requieren ciertas habilidades blandas.

Si todavía no sabes de lo que estamos hablamos, no te preocupes, ¡te lo contamos ahora mismo!

Soft skills

Las soft skills, también conocidas como habilidades blandas, están asociadas al comportamiento de cada individuo, a su desempeño social, su liderazgo y gestión emocional y tienen mucho que ver con la manera que tiene de comunicarse y de relacionarse con los demás.

Podríamos decir también que se trata de competencias transversales y que poseerlas no depende exclusivamente del sector en el que te muevas.

Aunque es cierto que adquirir ciertas destrezas es más sencillo en un entorno de trabajo que en otro, todas ellas se pueden aprender, practicar e interiorizar hasta convertirlas en un valor diferenciador de tu Currículum Vitae y tu Marca Personal.

En la actualidad, algunas de las soft skills más demandadas en el mercado son:

  • Escucha activa
  • Autonomía
  • Responsabilidad social
  • Empatía
  • Trabajo en equipo y colaboración
  • Liderazgo
  • Habilidades de negociación
  • Toma de decisiones

Todos estos recursos complementan a las habilidades duras y, en muchos casos, incluso se retroalimentan.

Entonces… ¿cuáles son más importantes?

A la hora de cubrir una vacante, los responsables de Recursos Humanos comprobarán que poseas los conocimientos adecuados (habilidades duras), pero también se fijarán en que sepas trabajar en equipo o que escuches activamente (habilidades blandas).

De hecho, algunos expertos de selección afirman que: “Las habilidades duras te conseguirán entrevistas, pero serán las blandas las que harán que obtengas un trabajo”

Y, además, dejando de lado el ámbito profesional, ninguno de nosotros debería descuidar la manera en la que se comunica con los demás y todo aquello que puede hacer que nos relacionemos de manera más respetuosa con nuestro entorno. Por ello, nunca está de más que trates de desarrollarlas, independientemente del momento laboral en el que te encuentres.

¿Qué puede hacer Naxer por ti?

Somos muy conscientes de lo que demanda el mercado y de que las políticas de selección y contratación, así como el perfil de los empleados, es algo que está en constante movimiento.

Por este motivo, todos nuestros programas formativos se enfocan a adquirir ambas competencias. Por un lado, enseñamos la teoría necesaria para desenvolverte en tu futuro puesto de trabajo y, por otro, mostramos también aquellas aptitudes que marcarán la diferencia para convertirte en un profesional completo.  

Por ejemplo, nuestro Máster Full Stack Developer no solamente aporta una visión global en el desarrollo, la gestión y el control de productos digitales, sino que trabaja sobre otros puntos igualmente necesarios como son la resiliencia, el trabajo en equipo o la comunicación.

Como conclusión, podríamos decir que manejarse en ambos territorios es imprescindible en el contexto laboral actual. Ya no basta con dominar las bases teóricas o un lenguaje de programación en concreto, pues hay miles de candidatos con esos conocimientos. Por eso, desarrollar tus soft skills es un objetivo que, con nuestra ayuda y la práctica adecuadas, acabarás logrando. ¡Pregúntanos cómo!

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