El café, originario de Etiopía, es uno de los productos más consumidos a nivel mundial.
Y no se valora únicamente por su aroma y su sabor, sino porque celebrar reuniones alrededor de él lo han convertido en una poderosa herramienta social.
Ahora bien: ¿alguna vez te has planteado si es o no saludable? En el post de hoy vamos a contarte los pros y los contras de consumir café.
Beneficios del café
Si eres amante de este producto te gustará leer lo siguiente:
- Es muy positivo en lo que al rendimiento cognitivo se refiere, ya que mejora la memoria y facilita la concentración. Por ello, no es de extrañar que sea un gran aliado para estudiantes que se encuentran en época de exámenes.
- Ligado a este primer punto, se ha demostrado que ayuda a prevenir el Alzheimer.
- Gracias a él, el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, como el infarto, disminuye.
- Acelera el metabolismo, por lo que es beneficioso en las dietas de adelgazamiento.
Contraindicaciones del café
No obstante, y como ya te adelantábamos al inicio de este artículo, esta bebida cuenta también con algunas desventajas:
- Se trata de una sustancia adictiva, por lo que algunos individuos pueden experimentar sensaciones de dependencia hacia él.
- Relacionado con el atributo anterior y, al prescindir de su consumo, se puede padecer el llamado síndrome de abstinencia.
- En exceso, la cafeína afecta a las trompas de Falopio, lo que reduce la probabilidad de embarazo en mujeres que lo estén esperando.
- Si bien se trata de un estimulante que puede ser positivo, tenemos que ver la otra cara de la moneda: altera los nervios y está contraindicado para pacientes con estrés o ansiedad.
- Por ente, no debe consumirse si se tienen problemas de insomnio.
- A nivel digestivo, tampoco se recomienda a aquellos que son tendentes a sufrir acidez estomacal o bien tienen una úlcera.
- ¡Cuidado con la deshidratación! Debido a su poder diurético, el exceso de café provoca que los niveles de hidratación corporal se resientan. Así, y para impedir esta situación, lo óptimo es combinarlo con una ingesta suficiente de agua.
En conclusión… ¿debo recomendar el café a mis pacientes?
Cuando te encuentras pasando consulta es muy habitual que el consumo de café salga a la palestra.
Pues bien, sabiendo lo anterior, la respuesta sobre si puedes o no sugerir que se introduzca en una dieta siempre dependerá de la situación de cada paciente.
Por ejemplo, y como veíamos al principio, si esa persona está llevando a cabo una dieta para perder peso, este líquido puede hacer que el proceso se acelere y, por tanto, sea una buena estrategia incluirlo.
Por el contrario, y a pesar del deseo de adelgazar, si te comenta que tiene problemas de estrés o ansiedad, deberás descartarlo.
Y, como siempre, indícale a tu cliente que es esencial que sea él mismo quien haga un autodiagnóstico de su situación y regule las cantidades en función de su situación anímica y emocional, además de contarte en cada visita qué cambios ha experimentado para que puedas hacer un seguimiento eficaz.
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