7 consejos para no procrastinar en tus estudios

¿Qué es procrastinar?

Antes de comenzar con algunas recomendaciones, vamos a explicar el significado de procrastinar.

Según la RAE, procrastinar es equivalente a diferir o aplazar. Así, en el momento que lo hacemos, estamos posponiendo en el tiempo nuestras tareas.

Seguramente esto te será muy familiar cuando hablamos de los estudios, ¿verdad?

Tipos de procrastinación

Aunque dejar todo para el último momento es una práctica muy habitual entre muchas personas, lo cierto es que no todos lo hacen por las mismas razones.

Si te estás preguntando qué pasa por la mente de un procrastinador y crees que en todos los casos la pereza tiene la culpa, este apartado te interesa.

Haciendo un repaso por la historia, el psicólogo Neil Fiore, autor del famoso “Hazlo ahora: Supera la procrastinación y saca provecho de tu tiempo”, tiene estudiado que, en función de los motivos que llevan a un individuo a procrastinar, existen las siguientes tipologías:

  • Perfeccionista. Este perfil tiene tanto miedo al rechazo y el juicio de terceros que se detiene en todos los detalles y no avanza en los plazos porque nunca llega a considerar que está perfecto.
  • Impostor. En este segundo caso, la evitación de tareas surge porque la persona cree que no va a estar a la altura de lo que le demandan.
  • Desmotivado. Estaremos de acuerdo en que la desmotivación dificulta enormemente cualquier proceso. Pues bien, si esta persona se enfrenta a una tarea que no percibe como atractiva, suele postergarla de manera indefinida.
  • Abrumado. En cuarta posición encontramos a alguien que no avanza porque tiene tantas actividades pendientes que no consigue priorizarlas. Así, acaba por no llevarlas a cabo.  
  • Afortunado. Entre todos puede resultar, sin duda, el más curioso. Así, existen personas que solamente trabajan bien cuando se encuentran sometidas a una fuerte presión. Por consiguiente, no suelen adelantarse, sino que lo dejan todo para el final, cuando el tiempo les apremia (y casi les ahoga). Y, por extraño que parezca, entre todos los tipos expuestos, son los que suelen obtener mejores resultados.

Las consecuencias de procrastinar

Aunque se trata de una costumbre muy extendida, no hay que pasar por alto que este comportamiento puede provocar situaciones perjudiciales como:

  • Estrés y ansiedad.
  • Desequilibrios emocionales.
  • Dificultades para organizar y priorizar.
  • Incapacidad para tomar decisiones y solucionar problemas.
  • Contar con proyectos personales y profesionales estancados.

7 consejos para dejar de lado la procrastinación

Una característica muy común entre las personas procrastinadoras es que tienen una agenda repleta de tareas y compromisos, pero la mayoría de ellas solo están ahí para eludir los asuntos realmente importantes.

Si esta situación te suena, toma nota de estos consejos:

  1. Planificación

En primer lugar, lo más conveniente es elaborar un listado con las tareas que tienes que llevar a cabo. Una vez hecho, se recomienda conocer el tiempo disponible para ir dando la porción correspondiente a cada una.

  1. Realismo

Muchas veces se acaba procrastinando porque no se es consciente del tiempo que ocupa cada actividad o de las ganas que vas a tener de llevarla a cabo.

Una buena dosis de realismo hará que solamente destines tiempo a aquello que verdaderamente vayas a finalizar.

Por último, aprende a decir no y tener en cuenta los posibles imprevistos que puedan surgirte para hacer una gestión óptima de tu tiempo.

  1. Pon fechas límite

Seguro que muchas veces habrás caído en eso de que cuanto más tiempo tienes, más tardas en acabar, ¿verdad?

En este sentido, es tremendamente útil establecer unos plazos fijos para desarrollar tus proyectos. De este modo, evitarás postponerlos indefinidamente y, además, cuando cumplas con los tiempos, sentirás más motivación y reforzarás la idea de que eres capaz de conseguirlo.

  1. Divide y vencerás

Si el plan es muy extenso, acótalo en partes más pequeñas y márcales unas fechas de entrega concretas.

  1. Equivócate y acéptalo

Este quinto punto va dirigido a ti, sobre todo, si te has identificado con el perfil del procrastinador perfeccionista. Y es que, asumir que muchas veces las cosas no salen como habíamos pensado, no implica necesariamente fracasar.

Ponte manos a la obra con aquellas tareas que tienes pendientes y deja que avancen de la mejor manera posible, pero sin obsesionarte con que el resultado no va a ser el esperado.

  1. Da el primer paso

Relacionado con el punto anterior, ten presente que no abordar una tarea provoca efectos negativos sobre ti. Aunque sientas un alivio momentáneo, la realidad es que estás dando paso a que sentimientos como la culpa se apoderen de ti, lo que puede desembocar estrés y ansiedad.

  1. Examina los resultados

Si tus acciones concuerdan con las del procrastinador afortunado, lo aconsejable sería que hicieras un pequeño examen de conciencia para valorar si esta actitud siempre te ha llevado a obtener los mejores resultados.

Si, por el contrario, te das cuenta de que no siempre llegas a cumplir los plazos por realizar esta práctica, es el momento de que cambies.

Esperamos haberte ayudado con estos 7 consejos para dejar de procrastinar. Recuerda que puedes llegar a sufrir efectos muy adversos si no dejas de hacerlo así que… ¡manos a la obra!

Y, además, si necesitas una ayuda extra para enfocar tu aprendizaje, no dejes de visitar nuestra sección de técnicas de estudio. ¡Te será de gran utilidad!

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